Mario Sierra Talaverano nació en la comunidad de Uranmarca, Andahuaylas (Apurímac). La tarde
Mario Sierra, en carboncillo de Víctor Humareda |
pincelada del Valle de Uranmarca, el 03 de julio de 1948, aceleraba al son orquestal de las cigarras, grillos y el rumiar de los ganados fueron interrumpidos con el llanto del recién nacido en el pequeño establo (jatos), casa de campo en Chachaspata, con vista panorámica al hermoso río serpenteante Pampas.
El niño creció nutrido con la leche del establo de sus padres, de preferencia el queso; la leche era de cabra. Luego estudió los 3 primeros años en la escuelita de Uranmarca, donde en una esquina de la plaza, muy cerca de la escuela, había dos campanas colgadas sobre un arco de madero compuesto por los troncos de Chachas, que servían para el repique de campanadas, indicando la hora de clases en la escuela- Actualmente se denomina IEPM 54188 Mario Sierra Talaverano.
Luego, a temprana edad, amigra a Uripa por motivos de estudio. Al tercer año de estancia en el núcleo escolar es expulsado por dibujar y así truncado su cuarto año de primaria faltando pocos días par el examen final de 1964. En el mes de diciembre del mismo año emigra hacia la capital (Lima), haciéndolo desde el altillo de un camión de ganado, como cuidando, hasta Huancayo. Luego viajó con la empresa Gutarra.
Llegando a Lima, los taxistas se disputaban los pasajeros como las pirañas para dejarlos en su destino final por una buena paga. Una señora que bajó antes, me hizo el cambiazo con mi equipaje que consistía en un costalillo con un par de cambiadas de ropa y una frazada, y algunas cartas, dejándome en su lugar otro similar que contenía pañales de niños, bolas de queso, maíz tostado y un buen puñado de monedas de plata de 9 décimos, 20 centavos, 10 centavos y monedas de cobre, también abundantes cartas sin destinatario. Así me encontré con la gran capital del Perú.
Luego llega al Lima Hotel. En 1966 a 1990 como trabajador donde entabla una amistad con el eximio maestro de la pintura peruana don Víctor Humareda, ayudando en el taller del maestro. Allí practica dibujo y pintura bajo indicación de don Víctor Humareda.
Después de la muerte del maestro, en 1988, presenta su primera muestra pictórica con éxito en el Museo de Arte Italiano de Lima; a partir del año 1994 ilustra y escribe crónicas en el diario oficial El Peruano.
En 1988 publica el libro "Humareda de colores y de noches", con el auspicio del Instituto Nacional de Cultura en el mismo castillo de Humareda, Av. 28 de julio 2560, La Victoria.
En junio de 2005 realiza la exposición de pintura y presentación del libro "El migrante andino", con auspicio del Seminario de Historia Rural Andina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Actualmente trabaja como artista e intérprete en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).